CON LA GUERRA NO.

Juguemos con las palabras aunque duelan, juguemos a la quiniela aunque no salga, a los doctores aunque pinchen, a los novios con la prima aunque la tía, con el abuelo aunque se rompa, con el perro y con el palo, juguemos con la vecina si ella quiere, con el vecino si así fuera, a las madres por más que haya una sola, al tute cabrero sin cabrearse, juguemos a la rueda rueda la del pan y la canela, al rango sin apoyo, al trompo vuelta y vuelta, a la gallina ciega por el gallardo gallo, a las maquinitas que atrofian en colores, a la payana con payares, a la escondida y que el último nos libre a todos, al fideo fino hasta en la sopa, a la rayuela para siempre con Cortazar, a saltar a la cuerda y a la loca, al balero sin pensar en embocarla, juguemos al yo-yo con todo el ego, a las bochas con rayadas, al sapo con la rana, a la taba como caiga, al golf sin irse al hoyo, juguemos con fuego si sagrado, con agua y que salpique, con la paleta vasca y la paleta blanca del bagual también juguemos, con el gato aunque te arañe y con el loro aunque repita, juguemos con la fantasía aunque la realidad, al veo veo y que nos vean, juguemos a la mancha venenosa sin antídotos, al truco con sus flores de mentira, a la escoba aunque no barra, al monte con sus pájaros que anidan, juguemos a la conga congalera, al ajedrez comiendo reinas, a las damas con las damas, al dominó hasta dominarlo, juguemos con los dados y las dudas, juguemos al póquer con la cara, al billar de carambola, a policías y ladrones como siempre, juguemos con el caracol hasta que saque los cuernos para el sol, con el balde y la palita, con castillos de arenas en la playa, juguemos con el sexo y con el saxo, juguemos con el pito hasta que suene, juguemos a Mambrú se fue a la guerra. No con la guerra. Con la guerra no juguemos. Con la guerra no.