DIESTE : LA CONCIENCIA DE LA FORMA |
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Producción Dirección de Fotografía y Cámara Segunda Cámara Sonido Directo Montaje Duración: 54 minutos |
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Las múltiples manifestaciones de su talento - la Iglesia de Atlántida, el lucernario de la Iglesia de Durazno y aún sus obras de carácter utilitario- convocan al asombro. La economía de recursos y la funcionalidad constructiva son el cimiento moral sobre el que se eleva la imaginación y la creatividad de un hombre que pone de manifiesto a través de su obra que la ética no sólo es condición de la estética sino que es el fundamento de una concepción vital.Dieste, la conciencia de la forma aborda la esencia de su pensamiento con esa sencillez propia de quién tiene la convicción existencial de que el lenguaje artístico -como el verbal- sólo se hace inteligible por la claridad del mensaje que trasmite. El documental es una producción de IMAGENES: José María Ciganda es el responsable de la Dirección de Fotografía, Daniel Márquez del Sonido Directo, Tato Ariosa de la Edición y Mario Jacob de la Producción. Comentarios de la prensa. "Dieste, la conciencia de la forma" elige una formulación mucho más ascética, la de un abundante discurrir del propio Dieste que expone sus puntos de vista sobre el arte, la creación y la función de la arquitectura, compartiendo la imágen con un Mariano Arana que pregunta, comenta, amplía, eventualmente precisa alguna de las afirmaciones del maestro. La ilustración de la obra de Dieste ocupa un pequeño espacio en el metraje, y el mayor interés aparece concentrado en lo que el entrevistado dice ante una cámara y unos micrófonos que recogen minuciosamente un testimonio y un magisterio perdurables." Boletín CINEMATECA URUGUAYA "La magia de Dieste" Dieste, la conciencia de la forma, es un video producido por IMAGENES. El mismo registra la entrevista que Mariano Arana (arquitecto él) le realizara a Eladio Dieste (famoso ingeniero él). Allí con cámara fija, sin casi elaboración fílmica, se recrea una fascinante e inteligente disertación que Dieste efectúa sobre la arquitectura, su obra y también acerca del hombre y su destino. Pavada de temas que este notable ingeniero y descomunal arquitecto (sin título) lanza con una diafanidad y profundidad que solamente alcanzan los grandes talentos. Si Dieste nos había deslumbrado con su obra, a partir de este momento también lo hace con su persona y sus ideas. Salve maestro." Revista GUAMBIA "Dieste, la conciencia de la forma" "La entrevista-conversación que el intendente de Montevideo, Mariano Arana, le hiciera en 1990 se llama, apropiadamente Dieste, la conciencia de la forma, un diálogo sobre el trabajo constructivo y sus caminos, sobre donde el técnico apela a la sensibilidad para dar lo mejor de sí, que constituye un testimonio de una sencillez y sinceridad conmovedoras. Qué es, qué debe ser la ética para alguien que crea espacios: con un lenguaje ajeno a las especificidades arquitectónicas o ingenieriles, con la serenidad de un pensamiento reflejado en obra, Dieste reflexiona con su interlocutor sobre la responsabilidad y la creación, sobre el cómo de un trabajo donde ética y estética pueden leerse, y sentirse, en su vivencia directa." Rosalba Oxandabarat |
DIESTE por DIESTELas siguientes son frases del ingeniero Dieste y fragmentos seleccionados directamente de sus escritos. (Arquitectura y construcción, La invención inevitable, Técnica y subdesarrollo, La conciencia de la forma) Los mismos son una inagotable fuente de sabiduría y belleza, coherencia aleccionadora de lo ético y lo creativo. No obstante -venciendo la tentación de extendernos en la transcripción de sus dichos- hemos acotado la selección a los fundamentos más sustanciales de su obra y de su vida: su contemplativa cosmovisión del universo, su humanismo, los aspectos constructivos de la arquitectura, sus valoraciones sobre el subdesarrollo y la dependencia tecnológica y sobre el arte.
1- "He procurado ser coherente con las exigencias de mi trabajo. Hacerlo bien. Ello me ha llevado a un camino de descubrimiento, primero de mí mismo. Ese camino usa la forma y ésta debe estar imbricada en las leyes que rigen la materia en equilibrio."
2- "La forma es un lenguaje, y ese lenguaje debe sernos inteligible; estamos ansiosos de inteligibilidad y, por lo tanto, de expresión. Parte del desasosiego moderno se debe a la ausencia de expresividad legítima, a que nos rodean cosas que ostentan un hermetismo que es la negación de lo que supondría la fraternidad que damos por supuesta y que naturalmente debería leerse en la obra del hombre en el espacio".
3- "No podemos, pues, posponer para la ciudad futura la belleza y la dignidad que tanto necesitamos para resistir a la dignidad de la vida; no podemos posponerlas como principio, aunque podamos tener que transigir en la práctica; hay que transigir cuando no hay más remedio y buscando siempre lograrlas"
4- EL CAMINO. El hombre tiene, por suerte, la generosidad de lanzarse por caminos en los que siente una sólida congruencia íntima. En materia estructural solemos proceder como si el campo de conocimiento estuviera completamente definido y bastara profundizar en lo ya conocido. Esto es falso en este campo de la técnica y seguramente en todo lo demás. El tiempo que se gasta en reflexionar con la cabeza libre en los problemas que nos pone la realidad es demasiado menor al empleado en seguir estudiando lo ya estudiado por otros. Si se nos presenta un camino interesante, debemos aventurarnos por él con medida confianza; eso es lo que hicieron los creadores de las técnicas que tanto admiramos.
5- LA GENTE SENCILLA ha dado históricamente más importancia a la belleza que a las primarias comodidades que obsesionan al mundo moderno. Tiene ese gusto que se transciende a sí mismo, pero también tiene cosas que valen mucho más: inocencia y un fresco apetito por los sabores del mundo.
6- LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y LOS CAMINOS DEL HOMBRE. Es muy probable que en el porvenir tengamos una civilización en que mucho, si no todo, se haga por grandes organizaciones en las cuales el uso de la máquina será aún más grande que el de hoy, pero esas organizaciones y esas máquinas deben ser alimentadas, alguien tiene que pensar en los prototipos y los procesos; y me parece que hay un gran riesgo en dar por supuesto que los caminos que hoy dominan, primarán en el futuro. Si así fuera, lo único razonable sería perfeccionar lo que ya conocemos; pero no lo creo, porque las falencias de nuestra admirable civilización actual son demasiado evidentes como para no estar seguros de que nos encontramos en vísperas de cambios tan fundamentales como los que trajo la civilización industrial. El tipo de personas que se embelesa con la civilización maquinista del futuro y teoriza sobre ella no suele ser gente que "hace"; lo que dan por definitivo e inmutable es más bien lo de ayer que lo de hoy y su actitud se debe a un deslumbramiento un poco infantil frente al poder y a la eficacia de las naciones poderosas de hoy.
No estamos, pues, frente a un mundo cuyos problemas y soluciones estén claramente planteados; somos el eterno caminante que tiene o debiera tener su brújula, saber sus fines. Creo que lograríamos un amplio acuerdo si pusiéramos como fin compartible la plenitud y la felicidad del hombre; fin al que ciertamente daríamos distintos fundamentos según nuestra filosofía de la vida o nuestra religión.7- SOBRE UNA CIUDAD INDUSTRIAL DEL NORDESTE DE FRANCIA: No olvido sus tristes casas bajas, establos confortables donde se alojaba a los desdichados a quienes se exprimió y aún hoy no se trata humanamente.
Como dije en otro lado, "casas con un confort animal pero sin un solo signo de haber sido hechas para hombres destinados a hablar con las estrellas. Toda la ciudad era un insulto al destino del hombre. Estuve en primavera y lo único humano era el cielo cruzado por veloces nubes desgarradas, y las lilas y los cerezos en flor que no estaban, ciertamente, en casa de los pobres". Vuelvo y vuelvo a preguntar. ¿Es deseable ese desarrollo con ese costo de sordidez y tristeza? ¿Tiene sentido que caigamos en este o en otros errores semejantes?.8- SOBRE LA PARTE VIEJA DE LA CIUDAD DE TOURS: En las partes viejas de la ciudad se siente una felicidad intensa: se debe a que el espacio, esa cosa tan barata, ha sido tratado con sabiduría y humanidad. Esa música del espacio que es la arquitectura, acuerda con la del mundo y con la que llevamos dentro. Sentimos además una honda gratitud: el que hizo esos espacios pensó en nosotros, pensó en los niños que corretean, remembrando con esa dormida memora que todos tenemos gestas heroicas de otros tiempos; en los novios que descubren el misterio del amor, en los viejos que se sientan al sol a rumiar sus recuerdos. Pensó en algo denso, complejo, profundo, inasible, como el hombre, no en esquematismo que se formulan en un cuarto de hora y dejan todo lo que importa afuera.
9- LA SORPRESA. Como todo arte, la arquitectura nos ayuda a contemplar. La vida va gastando nuestra capacidad de sorpresa y la sorpresa es el principio de una visión verdadera del mundo.
10- LA ARQUITECTURA MODERNA. La arquitectura que llamamos Moderna surgió en países de desarrollo social, cultural y sobre todo industrial completamente distintos a los nuestros. Su respuesta a los problemas de esas sociedades me parece casi siempre incompleta; suele ser más adecuada desde el punto de vista tecnológico, pero adecuada para ellos, no siempre para nosotros.
11- TRADICIÓN. Nuestros métodos constructivos tienen mucho que ver con los tradicionales, los impone el material, pero tienen que ver sin copiarlos. Esta es la manera de ser fieles al hilo profundo de la verdadera tradición, fuente siempre de lo revolucionario, en esto y en todo.
12- EL ESPACIO EN ARQUITECTURA. La felicidad intensa que siento en las viejas ciudades de Europa y en sitios insospechados y poco conocidos, como por ejemplo la parte vieja de Panamá, se debe a que el espacio, esa cosa tan barata, ha sido manejado con sabiduría y con humanidad.
13- SOBRE LAS GRANDES CONSTRUCCIONES DEL PASADO O EL PRESENTE. Esas obras nos conmueven y atraen no sólo por sus dimensiones, su audacia o su finura constructiva, sino porque resultan misteriosamente expresivas y parecen abrirnos una suerte de camino interminable de comprensión y comunión con el mundo. Para que esto suceda no debe haber nada gratuito o descuidado. Nada de descuido y despilfarro; sólo así se llega a conseguir lo que llamamos economía en un sentido cósmico, que supone acuerdo con ese inasible misterio que es el universo.
14- ECONOMIA. Una arquitectura sana no puede producirse sin un uso racional y económico de los materiales de construcción. Es preciso un empleo racional del esfuerzo humano y evitar el despilfarro de material, detrás del que, en definitiva, hay también esfuerzo humano. Lo contrario es simplemente una falta de adecuación de lo que se proyecta a la realidad total de un país. Una falta de modestia y de seriedad frente a sus problemas.
15- ECONOMIA FINANCIERA Y ECONOMIA COSMICA. Con lo que suele entenderse por sencillez y economía no vacilo en asegurar que no basta: lo que se llama sencillez es más bien simplificación indebida y la economía se refiere al dinero y sus manejos; es economía en un sentido financiero. Lo que hagamos debe tener algo que podríamos llamar economía cósmica, estar de acuerdo con el orden profundo del mundo, y sólo entonces podrá tener esa autoridad que tanto nos sorprende frente a las grandes obras del pasado.
16- TECNICA Y PRECISIÓN. El saber que algo puede hacerse y cómo, es el primero y más grande paso. A quien pueda pensar que la insistencia en la precisión de formas y dimensiones es una suerte de manía y que esos errores no son percibidos por quienes han de usar la obra, habría que recordarle la maravilla de justeza, precisión y expresividad de los instrumentos de labranza y de las construcciones espontáneas, que fueron hechas por gente sencilla, con el gusto no pervertido por la seudocultura con que nos aturden los medios masivos de comunicación.
17- EL FIN. Una arquitectura con fuerte personalidad no ha sido nunca el resultado de proponérsela como fin. No es fácil tener una imagen clara del fin pero sí de los principios que han de informarlo. Por eso es un error radical lo de que "el fin justifica los medios". No sabemos cuál es; sabemos a qué deberá ser fiel. La productividad y la eficacia no son fines en sí mismos. El pleno logro del hombre sí.
18- "LA TIRANIA DEL TABLERO DE DIBUJO". Creo evidente (y me parece grave por lo que tiene de empobrecedor) que hoy hacemos antes que nada planos; pensamos más en estos que en la obra, o mejor, en la obra sola a través del esquema de los planos. Todo nos lleva a ello: el modo de construir y aún nuestra formación, en que aprendemos (y es casi inevitable que así sea) a hacer proyectos y no obras. La tendencia natural es insistir en lo que dominamos, y sólo a costa de esfuerzo sostenido podemos librarnos de lo que Sert llama la "tiranía del tablero de dibujo".
19- RACIONALIDAD Y EXPRESIVIDAD. Para dar forma a una obra, consciente o inconscientemente hay siempre algo de salto al vacío; pero si nos hemos entregado seriamente a nuestro problema, adquirimos luego de todos los análisis una seguridad de otro orden, llegamos a vivir desde dentro nuestra construcción, y tiene entonces ese salto más de vuelo que de caída. Por esto es más justo hablar de arte de construir que de ciencia de construir, si recordamos que no hay arte sin ciencia, y que es con mucho esfuerzo racional como conseguiremos la aptitud de dar el aparente salto.
20- LA ARQUITECTURA ES TAMBIEN CONSTRUCCIÓN. La necesidad de clarificar otros aspectos seguramente primordiales de la arquitectura ha hecho que pareciera olvidarse una cosa elemental: la arquitectura es también construcción; no basta con que pensemos y resolvamos los problemas funcionales y su expresión espacial; debemos construir esos espacios y su expresión estará condicionada por cómo construyamos. Por esto la concepción espacial y la forma en que estos espacios se construyan deben ser una sola cosa; deben estar unificados en el proceso creador después de haber dialogado de una manera viva y sin compromisos en la cabeza del arquitecto.
21- LA ARQUITECTURA ES UN ARTE. Una vez le decía a un amigo que, pensando en las viejas ciudades, catedrales y templos me parecía que nuestra época no había hecho nada semejante, sin que se me escapara que esas obras son la expresión espacial de una cultura, o sea de una completa visión del mundo, del hombre y de su destino, y en ese sentido no tiene nuestra época una cultura informando al cuerpo social. Me contestó que eso dependía de lo que entendiéramos por arquitectura, que para él el sistema de carreteras holandesas era tan arquitectura como la catedral de Chartres, que es como decir que no hay diferencia entre un trozo de buena prosa jurídica y un buen soneto de Quevedo.
22- LA ARQUITECTURA COMO LA POESIA. Un edificio no puede ser profundo como arte sin la fidelidad seria y sutil a las leyes de la materia; sólo la reverencia que esa fidelidad supone, podrá hacer a nuestras obras graves, perdurables, dignas compañeras de nuestro discurrir contemplativo. No toda la arquitectura que hagamos podrá aspirar a ser arte en este último sentido; debe haber prosa y poesía; danzas populares y cantatas de Bach; y creo que este resultado final no puede ni debe buscarse directamente sino que habremos de encontrarnos con él sin buscarlo, cuando resulte del programa propuesto y de una actitud seria y humilde ante él. El edificio o los edificios en que lográramos metas tan difíciles, tendrían en la ciudad una virtud ejemplar. En ellos se sentirían los hombres expresados de verdad, se reconocerían sorprendidos venciendo su cansancio. La arquitectura así sentida es poesía; se dice que no todos son capaces de hacerla, pero todos la necesitan.
23- LA CERAMICA ARMADA. Si tuviera que sintetizar lo que nos ha conducido en nuestra búsqueda, diría que es el valor resistente de la superficie como tal, lo que supone un cambio frente a la orientación que tuvo la construcción en los últimos tiempos, que tendió a buscar la resistencia de la nervadura, la viga o el arco.
24- SOBRE LAS GRANDES ORGANIZACIONES. Conozco, por haber trabajado con ellas, lo que hay detrás de muchas de esas grandes organizaciones, sé de su escandalosa ineficacia y torpeza, de su bajísimo nivel técnico, del impensable dispendio de trabajo humano, del trabajo triste, rutinario y aburrido que supone lo que hacen. No me engañan: su fuerza está en la acumulación de capital que las sostiene, no en su eficacia actual.
El ingenuo sudamericano (que todos hemos sido) cree que detrás de ese poder hay siempre real eficacia. No, lo que hay es historia; seguramente hubo eficacia, como hubo robo, crimen, explotación desvergonzada (pensar en el tráfico de esclavos o en la guerra del opio) y otras cosas igualmente inicuas y siniestras, pero hoy no queda ni siquiera la barbarie por lo menos corajuda; sólo queda una máquina infernal casi siempre manifiestamente senil, que cuenta antes que nada con nuestra tontería y nuestra complicidad.25- EL CAMINO DE LOS PODEROSOS. Tengo una idea clara de los principios a los cuáles debería ser fiel el mundo que todos más o menos esperamos; no sé bien cómo será, ¿quién lo sabe? ¡Qué gran verdad es que "se hace camino al andar"! Lo que quiero es tratar de descubrir, a partir de mi experiencia de años de constructor, una atmósfera falsa y paralizante (en nuestra técnica y en la sociedad), que parece dar por sentado que todos los caminos ya están trazados inexorablemente. Esos caminos son, en los hechos, los que marcan y nos marcan los poderosos. Ni es verdad que esos caminos estén inexorablemente trazados, ni siquiera que sean los poderosos tan poderosos. No lo serán mucho tiempo si niegan al hombre, aunque puedan aplastarnos de momento.
26- ¿QUÉ ES DESARROLLO? ¿Es deseable el desarrollo? Los técnicos en la materia hablan de productos per cápita, nivel sanitario y educacional, distribución por edades de la población, etc. ¿Alcanza todo eso? Creo que no. Es desarrollo, desarrollo deseable, todo lo que lleve a que el hombre sea más feliz y se realice más plenamente. El que conozca lo que se llaman países desarrollados, aunque sea superficialmente, sabe cuánto de ese desarrollo es pura vaciedad y tontería, puesto que nada tiene que ver ni con la felicidad ni con la plenitud del hombre. [...] No es necesario mirar al mundo de la miseria, a la India, a Africa, a casi toda América Latina, para ver la iniquidad que supone tirar de una manera tan estúpida el esfuerzo del hombre; los mismos Estados Unidos están llenos de enormes lamparones de miseria e insatisfacción legítimas y es a corregir esas carencias que debe dirigirse el esfuerzo humano, no a satisfacer el apetito de un confort sin sentido, de ínfimas minorías, que con esas fruslerías quieren llenar un vacío que así no podrán colmar. Eso no es, entonces, desarrollo, aunque aumente el producto per cápita; no es desarrollo porque de ninguna manera puede vincularse a la felicidad humana, a la plenitud del hombre.
27- "No podemos seguir dando por sentado que el arte, la ciencia y la técnica nos han de venir de afuera. Hasta el gran Unamuno llegó a decir: "Que inventen ellos", aunque estoy seguro de que ésa fue una afirmación polémica que estaría dispuesto a rectificar. Yo le hubiese contestado: perdone usted, don Miguel, pero si inventan ellos mandan ellos. No es moralmente lícito hurtarnos a la vida en ningún campo."
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